Calibre 50 nos pone a bailar cumbia

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Con renovados bríos, Calibre 50 regresa con su nuevo álbum: Cumbias en Vivo y Algo Más. Una producción grabada desde el Palacio Municipal de Rosario, Sinaloa, e integrado por 19 grandes éxitos, la mayoría de ellos del propio catálogo musical de la agrupación, y otros de artistas comoMarco Antonio Solis, Selena y Juan Luis Guerra.

La banda goza de una nueva alineación con dos integrantes recientes: José Mario Gastélum Medina y Oscar Francisco Arredondo Hijar (de 30 y 19 años, respectivamente), quienes acompañan a Alex Gaxiola,  Eric García y Tony Elizondo. 

“Este disco muy variado, salió en abril y tiene dos covers, una cumbia de Marco Antonio Solís. Vienen tres o cuatro corridos, y tres rancheritas ‘pa tomar. La intención de este disco es que encuentren una canción para relacionarse con ella.

Oscar tienes 19 años. ¿Cómo fue que entraste al grupo como nuevo guitarrista? ¿Qué otra experiencia tenías antes? Me llamó la atención tu juventud.

Yo entré por Mario, él me recomendó, no hice casting, fue un ensayo con los muchachos y gracias a Dios se dio la oportunidad. Trabajaba con él, era solista, estuve tocando el bajo, la guitarra, bajoquinto, haciendo segunda voz. Yo estudiaba ingeniería en sistemas computacionales.

¿Y la carrera piensas retomarla en algún momento?

Pues la dejé porque no podía desaprovechar esta oportunidad.

¡Sí, claro! ¡Si se pasa de línea lo vamos a correr! (risas)

José Mario, tú tienes 30 años, eres el nuevo acordeonista tienes y más experiencia de vida.

Sí, hemos pasado por mucho en el medio de la música. El compañero Oscar se brincó muchos escalones que a lo mejor le faltaron para vivir y entender más de la industria. Yo ya pasé por muchas cosas, tenía alguna meta a futuro a un plazo de tres, cinco años, y verlo en dos, tres meses es bien bonito.

¿Dónde tocabas antes?

Yo trabajaba como solista, tenía compañeros que me acompañaban. Soy de Culiacán y toda esa área trabajamos. Había saliditas para Sonora, Durango, Tijuana.

Estuve escuchando su sencillo “Hablar de ti”, es un tema de amor. ¿Cómo se puede cantar en estos tiempos de acoso a una mujer?

En Calibre 50 estamos enamorados de la vida, de la mujer, del trabajo. Esta canción es muestra de ello. No solo se la puedes dedicar a tu persona favorita sino a tu mamá, hijos, cualquier persona por la que sientas algo. Es una canción que le toca interpretar a Mario, es su debut, le dimos un toque perfecto en todos los instrumentos, nos encantó y estamos enamorados en “Hablar de ti”.

Entonces no es solo amor romántico, sino un amor en general…

Sí, estamos enamorados de este proceso porque son dos nuevas personas con las que estamos viviendo. Son dos nuevas personas que entran al trabajo, tenemos cuatro meses con ellos, nos estamos conociendo en las giras, estamos enamorados de ese proceso tan bonito que tenemos.

Cada vez hay más y más competencia en el regional mexicano.

Sí, hay muchísimo talento. Para nosotros es un orgullo que vengan estas generaciones nuevas, chavalos como Oscar, Peso Pluma, Natanael Cano. Que ellos como músicos mexicanos tengan sus canciones en los primeros lugares a nivel mundial.

De toda esta gran comunidad de músicos que hay en Sinaloa, y que son muy diversos, ¿cómo se llevan entre ustedes?

Somos buenos amigos, no nos conocemos entre todos, pero la mayoría somos de Mazatlán, Culiacán, Guamuchil, toda esa área de Sinaloa. El que no es de ahí se tiene que mudar para hacer algo en la música. Es muy extraño, como Julión Álvarez que es chiapaneco y se tuvo que ir a Mazatlán para poder explotar su talento. Solo sucede en esa área, no sé si sea el agua que tomamos (risas). La mayoría del regional mexicano sale de Mazatlán. Los de Grupo Firme son de Tijuana, pero hacen su promoción en Sinaloa, todo sale de ahí.

¿Cómo es actualmente vivir en Sinaloa con todos estos altibajos y momentos turbulentos que hay?

Ya estamos acostumbrados, nos tocó nacer ahí, es parte de nuestra vida, es nuestro día a día. En Culiacán la vida es muy fuerte, a nosotros nos toca vivir en Mazatlán. Te puedo decir que hasta cierto punto exageran porque estamos tan impuestos a vivir “eso” todos los días, que… mientras no te metas en pedos no vas a tener problemas (ríen).

A mí se me hace más peligrosa la Ciudad de México, sin ofender. Aquí llegan y te asaltan, allá no está permitido eso.

Es que son diferentes tipos de delincuencia, pero es bronca entre ellos.Los que andan mal, les va mal. Nosotros andamos bien.

Mucha de esta efervescencia musical también implica ir a picar piedra en Guadalajara.

Nosotros tenemos nuestro estudio de grabación en Sinaloa, pero la oficina que mueve toda la logística está en Guadalajara.

Me pregunto cómo es el discurso que manejan y cómo componen su lírica.

¿Por qué viene esa pregunta? (risas)

Porque atualmente hay mucha hipersensibilidad con ciertos temas, cultura de la cancelación, etcétera.

¡A fin de cuentas solo son canciones! (risas). Uno como compositor tiene que hacer temas de todo tipo. Hay unos que son fuertes, unos que no y se presenta el trabajo como tal y cada artista o agrupación selecciona el tema que le gusta.

¿Cómo es que tú compones tu lírica? ¿Te nutres de cosas personales, qué escuchas, qué lees?

Hay un tema que es “Borracho para un muchacho” y yo ni tomo. Entonces hay mucho de imaginación, uno tiene sentimientos también, no somos de palo ni de piedra. Hay de todo. El chiste es que salga algo según tu estado de ánimo, no tiene que ser personal o vivencias, tienes que echarle cabeza, coco.

Lo pregunto porque se puede acusar de apología de la violencia.

No, no es por ahí ni la intención, es trabajo y hay que hacer cosas diferentes para entrar en el gusto a la gente. Hay a quienes les gustan los corridos muy violentos, hay gente que no, hay gente que está enamorada y escucha temas románticos y otra muy dolida del corazón. Se trata de darles gusto a todos.

¿Qué planes hay para lo que resta de 2023?

Ahora estamos trabajando mucho en Colombia, Sudamérica, Estados Unidos. Próximamente habrá gira en todo México y más bendecidos no podemos estar. No tenemos tiempo ni de ir para la casa ahorita; es una bendición poder trabajar. Nosotros no trabajamos para ganar premios sino corazones, pero los premios son como una estrellita en la frente y una motivación. En las premiaciones nos topamos a muchos amigos, más ahí que en Mazatlán.

¿Y sí han ganado suficientes corazones como se lo han propuesto?

No los que quisiéramos pero vamos por buen camino, y también premios. (risas).

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