Los motivos, un elemento útil para crear canciones exitosas

Las más exitosas y recordadas canciones son aquellas que se graban en la cabeza de la gente, y se vuelven familiares. Para ser recordadas, los compositores saben que se deben repetir elementos a lo largo de toda la obra. Esto sucede en cualquier género, sea metal, reggaetón, rock, metal e incluso en la música clásica.

Sabemos que en principio se repiten las secciones, y por supuesto la melodía, los ganchos, los riff y/o melodías distintivos de cada canción. Sin embargo, hay algo más pequeño que aparece a lo largo de cada canción y se repite una y otra vez incansablemente: Los motivos

¿Qué es un motivo?

Los motivos son pequeñas frases o ideas musicales. No son frases completas y que nos satisfacen como las melodías, sino más bien un motivo puede ser un fragmento de ella. Los motivos tienen una tendencia más incompleta, suelen ser entre 2 y 4 notas y pueden aparecer en cualquier nivel de la canción.

Muchas veces, los motivos, se encuentran en la superficie llamándonos la atención. Otras veces se esconden en la parte baja de la canción y son más difíciles de encontrar, y otras veces están presentes, los escuchamos, pero no son lo principal, y circulan pululando entre el fondo y el primer plano. Pero aun estén escondidos (o no), los escuchamos y podemos (o no) darnos cuenta, pero los motivos siempre están ahí presentes en cada canción u obra musical.

¿Cómo sacarle el jugo a los motivos?

Hay muchas formas de aprovechar los motivos. Lo primero es crear una idea o frase musical. Este idea la vamos colocando en diferentes secciones, de diferentes maneras, y ejecutada por diferentes instrumentos. El ejemplo más clásico de motivo es la Quinta Sinfonía de Beethoven.

Los motivos, son un excelente recurso para decorar la canción, por ejemplo, el bajo en vez de tocar las notas de la tónica del acorde repetitivamente, se puede crear un motivo para el bajo. Ejemplo de ello es ésta canción:


En conclusión, El motivo es una pequeña idea musical, sea ella melódica, armónica, rítmica o las tres. Un motivo puede ser de cualquier tamaño, aunque sea más comúnmente identificado como la más pequeña subdivisión de un tema o frase que aún mantiene su identidad como una idea.

En realidad muchas veces usamos motivos, o ideas musicales inconscientemente a la hora de componer, la cuestión es ser conscientes de ellos, jugar y repetirlos para que nuestra canción sea aun mejor.

 

FUENTE: ESCRIBIRCANCIONES.COM

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