Michkin nos habla del complejo tema de los derechos de autor

En el tema de derechos de autor, Michkin Boyzo tiene una visión extensa, gracias a la actividad y la experiencia que ha acumulado en diversos campos. Él mismo es compositor (ha trabajado para RBD, Paty Cantú, Pandora, Yuri y Mariana Seoane, entre otros).

Es abogado especializado en asuntos referentes al negocio de la industria del entretenimiento. Tiene casi 20 años llevando contratos entre compañías discográficas, compañías editoras, productores, editores, autores, empresarios e inversionistas. Es Legal Director en Cosmos Producciones (la fábrica de éxitos de Armando Ávila), empresa de la que es socio y donde lleva además la parte de propiedad industrial e intelectual.

Además es productor musical y actualmente lleva, junto con Emilio Ávila, las carreras de Alex Syntek, Drake Bell y Leonardo de Lozane.

Él nos habló de un tema que le apasiona y acerca de la que existe un desconocimiento: los derechos de autor en general y particularmente en la era de la inteligencia artificial.

¿Cómo impactan las plataformas de creación de música por IA el trabajo de los compositores?

Las nuevas tecnologías en inteligencia artificial requieren una vigilancia más exhaustiva para salvaguardar los derechos de autor. En este momento empieza a haber plataformas que hacen inteligencia artificial con música, pero la verdad es que las más avanzadas son las que se dedican a crear imágenes. Ahorita tú puedes crear una imagen y registrarla como tuya y no hay ningún problema. En lo que se está avanzando es que ahora se va a hacer un registro de tu actividad en la plataforma. Y tú, para poder registrar algo como tuyo, vas a tener que respaldarlo en algún momento con todo el log file que venga en la aplicación, que es como la huella digital de lo que hiciste. Por ejemplo, digamos que me meto a una aplicación de esas y pongo: “crear una mujer en la época medieval, en un campo con árboles de este tipo, rodeada de estos personajes, con lentes y tal, tal y tal”. Si tú especificas tanto, cuando salga una imagen, va a salir más creativamente tuya que si nada más hubieras puesto “quiero una mujer”.

Claro.

Todo ese registro va a quedar. En este momento las plataformas no están obligadas a llevar ese registro, pero en algún momento sucederá. Y va a ser lo mismo con las plataformas de música, van a tener que abrir sus esquemas digitales. Otro ejemplo, digamos que tú dices, quiero una canción que suene a los Beatles, con la voz de John Lennon y que sea de esta época del 63 al 66, todo eso se basa en algo que ya existe. Entonces, realmente no estás creando una obra original, estás creando una obra derivada. Y si existiera un conflicto entre dos personas que aleguen tener un mejor derecho sobre esa creación, el registro, la huella de tu trabajo en la aplicación, es lo que va a permitir derimir esos conflictos.

Yo siento que siempre las legislaciones van súper atrás. O sea, que siempre la tecnología le va ganando a la legislación. ¿Es así?

Así es, porque primero surge la tecnología y después se legisla sobre ella. O sea, el legislador no puede saber qué es lo que se está inventando desde hace 10 años y qué va a salir ahorita, entonces siempre lo que pasa es que sale algo y enseguida se empieza a legislar o se empiezan a ver las formas de proteger los derechos de autor de una persona, eso sí es totalmente cierto.

¿Y en México se está haciendo algo al respecto?

En México, en materia de derechos de autor, gracias a la Sociedad de Autores y Compositores en México, vamos súper adelantados con respecto a otros países. Esta es una sociedad que se preocupa totalmente por ir y sentarse con los legisladores y decirles, “estamos teniendo este tipo de problemas ya en la práctica, ¿qué vamos a hacer?”. Y hemos tenido voz y voto ahí en la Cámara.

¿Tú trabajas en la SACM?

No, yo tengo una relación muy buena con ellos, porque aparte de que soy abogado soy compositor. Ellos se encargan de toda mi recaudación, y desde hace 20 años conozco al presidente, al director, a las personas del consejo, entonces tengo de buena mano información de lo que están haciendo. No es información confidencial, al contrario, es información que nos dan como miembros, y es un excelente trabajo el que están haciendo.

Sí, a mí me parece que es una sociedad que funciona muy bien para sus miembros.

Sí, claro. Ellos en cuanto detectan que hay algo en que el autor no está cobrando y que debería de cobrar, no descansan hasta que está legislado que se puede cobrar en ese tema. Digo, hay algunas cosas que están haciendo que supongo han de ser confidenciales aún, pero sí están super metidos en la legislación en materia de derechos de autor.

De acuerdo, ¿pero digamos que en este momento los que están haciendo más con respecto a los derechos de autor son las propias plataformas?

No, al contrario. Como funciona aquí en México es que surge la tecnología, surge la laguna legal de cobro, entonces la SACM en materia de ejecución pública es quien pone primero la pauta para decir, “¿ya se dieron cuenta que de esta canción que se está utilizando para esta tecnología no estamos cobrando nada?”.

De hecho, así fue como empezó a surgir la nueva SACM en los primeros años de este siglo, porque al principio no nos pagaban nada de YouTube ni de ninguna plataforma y ahorita la SACM ya tiene todo el camino y toda la vía para cobrar esos dineros.

Y así como se avanzó con las plataformas, ya van con las aplicaciones y con los dispositivos también, porque hay dispositivos que tienen música tuya pero no están pagando derechos. El ejemplo más claro es que hay teléfonos celulares que cuando los compras vienen con música. Pero esa música no te la están pagando. Entonces, esos son el tipo de cosas donde todavía hay una laguna legal para poder hacer esos cobros. Tú tienes Spotify, haces tu playlist, y cada que reproduces mi canción, me estás pagando como autor. Pero cuando tú descargas esa playlist y la sigues utilizando y ya no pagas, ¿por qué yo no voy a cobrar? Ese es un aspecto importante que se está tratando de ayudar a legislar.

En México existe un gran desconocimiento en el tema de derechos de autor. ¿Por qué dirías que sucede esto?

Yo creo que el compositor o el creador de una obra no tiene la educación o no quiere tenerla a veces para poder realizar ese proceso. Si tú le dices a alguien qué en Indautor, es lo más fácil que le podrías hacer para ayudarlo. Pero lo ideal es que contrates un abogado y le pagues para que te explique por qué tienes que registrar tu obra en Indautor, por qué te conviene o no meter tu canción en una editora, por qué te conviene o no meterla en la SACM, por qué te conviene o no entrar a esta página que dice que ellos te hacen todos los registros que tú quieras y que vas a tener tu música protegida. Yo creo que si existiera un pequeño curso para todos los compositores o para todos los creadores, eso sería lo mejor.

Pero a veces debes ahorrar o no tienes los recursos para contratar un abogado. Entonces el consejo más fácil es que vayas a Indautor. Pero a mí cuando alguien llega a hacerme esa pregunta, le doy una pequeña clase de cómo se distribuyen las ganancias de su canción para que sepa qué entidades van a participar en toda la recaudación o el cobro de dinero de una canción.

Mira, yo creo que así como hay muchos compositores de oficio de años, hay mucho chavito –incluso gente mayor– que de repente dice “voy a hacer una canción y a ver qué pasa”. Y no están en la industria, no saben cómo funcionan los derechos de autor.

Y, regresando al inicio, eso es lo que lleva el éxito de la inteligencia artificial y lo que llevó el éxito de los sintetizadores y de la tecnología en la música. La gente tiene derecho comprar un sintetizador aunque no tenga idea de música, ¿pero qué pasa cuando un sintetizador, como pasaba en los 80, traía 20 sonidos y una persona usaba el sonido número 1 para hacer una canción, pero la otra usaba ese mismo sonido hacer su canción? Es la misma tecnología en las dos canciones, pero tienes que escalar un poquito más en ver, la melodía, ¿cómo es? ¿De qué forma estás usando ese sonido para influir en tu creación? Entonces, si hubiera habido un pleito legal entre esos dos, no hubieran resuelto que se están plagiando los unos a otros. Simplemente están usando la tecnología que tenían disponible. Y así es ahorita con la inteligencia artificial.

O sea, imaginemos que 5 personas piden hacer una canción con unas  sonajas. Probablemente saldrá la misma canción para cinco personas, o muy parecida. Entonces no había forma de ver qué tanta autoría hay en la creación de esa obra. Pero si una de esas personas da la instrucción de que quiere una canción con una mujer cantando, que esté tocando un ukelele y que tenga influencias de la música de Jefferson Airplane, y que a la mitad de la canción entre una batería, entonces ya le estás dando otro tipo de instrucciones a la plataforma. O sea, tu cerebro ya está aportando, ¿no? Ya hay un proceso intelectual. y ese proceso intelectual creó una nueva figura que existe gracias a la inteligencia artificial que se llama Prompter. El promt es el que le dice a la inteligencia artificial qué hacer y cómo se lo digas es el resultado que te va a dar. Es como te decía, si tú nada más das una instrucción muy básica, pues te va a entregar algo muy padre, pero muy básico. Ahí radica la posibilidad de reclamar el derecho de autor.