¿Quién no ha vibrado, bailado e incluso llorado con un tema con sabor a Vallenato, no sólo en su lugar de origen que es Colombia sino también más allá de las fronteras, un estilo musical al que ahora se busca preservar por lo que la UNESCO ha decidido declararlo Patrimonio de la Humanidad.
El vallenato tiene un rol profundo en la construcción de lazos sociales, así lo considera la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, pero también reconoce que enfrenta una serie de amenazas: «La viabilidad de este elemento del patrimonio cultural afronta una serie de amenazas, en particular las derivadas del conflicto armado existente en el país, exacerbado por el narcotráfico y también en la aparición de nuevas variaciones del género y que ha mermado el protagonismo de la calle en las «parrandas vallenatas».
Para la organización El Vallenato desempeña un papel esencial en la creación de una identidad regional común, suena en los carros, en los taxis, en la calle, en las casas; en el norte, sur, este, oeste, suena en toda Colombia con su inconfundible acordeón y voz que parece un grito a medias.
A Colombia le llevó tres años que la postulación del género musical se materializara en esta declaración del organismo. Uno de los motivos señalados por la UNESCO para hacerlo es que le preocupa el futuro del vallenato, pero seguramente a partir de estas fechas el género, resonará aún más, pues su nombramiento como Patrimonio inmaterial de la humanidad, lo pone en los ojos del mundo, esto aunado al trabajo que han realizado reconocidas figuras como el compositor y cantante Diomedes Díaz y Carlos Vives
Thanks very nice blog!|