Beyoncé fue una de las grandes atracciones del concierto TIDAL X: 1020 Amplified by HTC llevado a cabo en el Barclays Center en Brooklyn, Nueva York. Su presentación con Nicki Minaj se robó todos los aplausos, así como sus besos con Jay Z sobre el escenario.
De más está decir que los looks que lució Queen B también le robaron el aliento a muchos de los que estuvieron presentes, sobre todo a los que la vieron de cerca, desfilando en la alfombra roja.
Una de esas personas fue su asistente personal quien estaba un poco preocupada por el pronunciado escote de la cantante y no quería que absolutamente nada se saliera del vestido. Pero tanta preocupación y ocupación molestó a Beyoncé, quien se cansó de que estuviera tocándola y le pidió de una manera muy discreta y sin dejar de sonreírle a los fotógrafos que parara y dejara de tocarla, cosa que hizo inmediatamente.
Como era de esperarse, alguien estaba en el momento justo y en el lugar indicado para captar las imágenes perfectas que ilustraran el incómodo episodio.
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