La cantante y compositora se presentará en el Lunario el 31 de octubre

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Su nombre ya quedó escrito en la historia de la música mexicana gracias a ese himno a las madres que es “Señora Señora”, pero su carrera entera ha sido mucho más amplia y ha dejado huella en toda América Latina.

Hoy esta gran artista, que desde hace unos años buscó refugio en una playa mexicana, retoma su carrera y reaparecerá en los escenarios a través de un concierto íntimo en el Lunario del Auditorio Nacional.

La artista hará un recorrido por sus éxitos, pero también por canciones de cantautores actuales y atenderá algunas peticiones, por lo que la noche promete ser inolvidable.

A propósito de este evento platicamos con Denise de Kalafe, una mujer que hoy luce feliz, calmada, alegre y plena.

Denise, vuelves a la Ciudad de México para ver a tu público de siempre.

Sí, y también al público de ahora, porque la gente siempre me ha seguido con la canción “Señora, Señora” cada mes de mayo. Va a ser maravilloso ese reencuentro, es como un reencuentro de amor.

Tú sigues cantando cotidianamente, me imagino.

 No pasa ni un día sin que cante. O canto con los pájaros o canto a mis amigos o canto en la regadera o hago una canción nueva. O salgo en la noche a nadar, a ver las luminiscencias, y en medio de las luminiscencias canto. No, nunca he dejado de cantar.

¿Y tienes planes más amplios? ¿Algún disco?

Sí, sí, sí. Después de este concierto. Gracias a Consecuencias (su oficina de RP) por insistirme en este evento. Yo tenía un poquito de, ¿sabes? Siempre te da como un frío en la barriga. Es como cuando dejas de ver un amor por muchos años, y luego lo vas a ver. Te da una gran alegría, una gran ilusión, y también una cosita que dices, “¿será que me van a querer igual? ¿Será que me van a perdonar tantos años de ausencia?” En fin.

Pero la cosa es que va a ser un concierto con una alegría, con una pasión que he guardado estos ocho años para dar a este público que estará conmigo en Lunario el día 31 de octubre.

Leí que no nada más vas a interpretar temas tuyos, sino también de otros compositores.

 Sí, claro. Algunos temas que me gustan, que están de moda, de autores jóvenes como Kany García, como Elena Rose, jóvenes extraordinarios diciendo cosas importantísimas. Y también canciones nuevas que he escrito estos años y las canciones que la gente quiera escuchar. Haz de cuenta que ellos tienen el menú y eligen lo que quieran.

¿Con qué tipo de instrumentación te vas a presentar?

Van a ser unos músicos extraordinarios que me prestó mi queridísima amiga Susana Zavaleta. Van a ser seis músicos arriba del escenario que verdaderamente son tan estrellas como cualquier otra estrella.

O sea que vas bien abrigada.

Muy bien arropadita, porque los músicos, ya sabes, como yo digo siempre, los músicos son la barca por donde navega una voz. Si esa barca es linda, maravillosa y sólida, la voz sale muy bien, ¿verdad? 

Dime algo, ¿qué se siente haber pasado ya la historia en vida con esta canción de “Señora, Señora”?

Ay, maravilloso. Un privilegio. Hay algunos autores que tenemos esa canción que queda por siempre, como Juan Gabriel con “No Tengo Dinero”, como Vicente Fernández, como tantas, tantas personas, personalidades que han tenido sus canciones. Yo pienso que ha sido una fortuna, porque esa canción, además de haber sido un ícono para los 10 de mayo, es una canción que me acerca a todas las generaciones. Todas las generaciones quieren saber “quién es esta señora que escribió para mi mamá”, ¿no? Entonces, buscan mi repertorio y como yo soy una artista que siempre he sido muy rebelde y muy anticipada a mi época, mis canciones a veces llegan a entrar al gusto de la generación de 25, 30, 35 años. Esto me acerca y me hace un público muy interesante, tanto es que cada mayo me llenan de memes, que todos los amo y todos los subo a mis redes.

Tienes razón, no solo has trascendido, sino que te has asegurado con esa canción que cada generación de jóvenes te conozca. Y eso no tiene precio, ¿verdad?

Ha sido un marketing esa canción sin querer, porque nunca la escribí para ser un marketing. Yo escribí a mi mamá, que es una mujer maravillosa, sea donde sea que esté. Una mujer que es un ejemplo para mí de lucha y de camino y de integridad y de creatividad y de libertad. Ella me decía “para ser libre no tienes que tener miedo a nadie ni a nada”. Y así es mi vida, no tengo miedo a nadie ni a nada. Y trabajo muchísimo, siempre dentro de un respeto a todo el medio, a todos los amigos que tengo. Un enorme respeto a los medios de comunicación. Yo jamás les he mentido, siempre estoy muy a la orden y me han tratado con muchísima elegancia siempre. Eso lo he aprendido de esta mujer que se llama “Señora, Señora”, que se llama Linda. O sea, uno tiene que tener la conciencia de dónde viene. Tuve un papá también extraordinario, un poco más libre.

Me decías, Denise, que siempre has sido rebelde. Tan rebelde que te fuiste a Holbox teniendo una carrera. 

Sí, la rebeldía está donde tú no tienes que seguir unas normas que alguien puso y que no entiende que el mundo progresa. Hay normas que deberían ser eliminadas porque ya estamos en un mundo distinto. Yo pienso que la regla es respetar tu entorno, respetar el planeta, respetar el derecho del otro. Y, eso sí, ser feliz según tu punto de vista. Ahora, hay muchos puntos de vista. Para dar un ejemplo, el punto de vista del mar es que la se mueve es la playa, y el punto de vista de la playa es que quien se mueve es el mar. Para mí era importante venir a Holbox a apaciguar mi corazón, a buscar otros caminos para poder regresar fuerte y ver al público que lo merece todo. 

Me cuentas que vas a interpretar música de cantautores jóvenes. ¿Eso significa que tú sigues oyendo la música de hoy? 

Claro, por supuesto, yo escucho todo tipo de música, menos el reggaetón, las narco-canciones.

¿Y cómo ves la música hoy? 

Maravillosa.  En autores como Kany García, como Natalia Lafourcade, como Helena Rose de Puerto Rico, algunas españolas muy interesantes, Sebastián, Samo. Veo extraordinario el movimiento generacional. Y tienen un lenguaje fresco, un lenguaje real, un lenguaje que me gusta, que es un lenguaje rebelde. No es rebelde, es que caminan y no piden permiso. Tienen mucho más confianza en ellos mismos. Y tienen una libertad del lenguaje, o sea, pueden poner lo que piensan sin problemas, sin miedo a las palabras. Eso es fantástico. Nosotros éramos un poquito, en nuestras composiciones de antes, éramos un poquito más modositas. Ay, cuidado. Me decía uno, “¿cómo escribes en masculino?”. “Bueno, porque así debe de ser”. No, hoy en día eso no debe de ser. Tú escribes en femenino, en masculino, en lo que tú quieras.

Denise, ¿algo más acerca de esta presentación? 

Nada más que los espero el 31 de octubre en el Lunario. Y que preparen sus peticiones. Yo voy con tantas ganas que ya cuento los días para estar ahí. 

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