Hizo desgarradoras confesiones de sus años bajo tutela.
Ayer, Britney organizó una plática en Instagram para responder preguntas de sus fans acerca de su recobrada libertad.
Luego de 13 años controlada por su padre, la cantante declaró: “Es mucho tiempo de estar en una situación en la que no quieres estar. Solo estoy sinceramente agradecida de poder tener las llaves de mi auto, de sentirme independiente y sentirme como mujer y de tener una tarjeta de crédito, ver dinero por primera vez, ser capaz de comprar velas. Son cosas pequeñas para nosotras las mujeres pero eso hace una diferencia enorme”.
En un post, ahondó en el tema: “Yo sé qué tan vegonzoso es compartir el hecho de que nunca había visto dinero en efectivo ni era capaz de manejar mi coche… Pero honestamente todavía cada día cuando despierto me vuela la cabeza pensar en cómo mi familia y la tutela fueron capaces de hacer lo que me hicieron… era desmoralizante y degradante!!! Y ni siquiera estoy mencionando todas las cosas malas que me hicieron y por las que deberían estar en la cárcel… Sí, incluso mi católica madre!!! Yo solía mantener la paz familiar y cerrar la boca… pero no esta vez… No he OLVIDADO”.
Escuchar estas declaraciones es terrible; sin embargo, Britney no se considera una víctima. “Viví toda mi infancia con víctimas, fue así como logré salir de mi casa y trabajé por 20 años, me maté trabajando. Y estoy aquí abogando por gente con verdaderas discapacidades y enfermedades. Soy una mujer fuerte, así que solo puedo imaginar lo que el sistema le ha hecho a esa gente”.
Ha sido una largo camino para la princesa del pop, pero lo peor ha pasado ya.
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