Puerto Rico está de luto. A los 99 años falleció Rafael Ithier Natal, pianista autodidacta, arreglista, compositor, productor y fundador de El Gran Combo de Puerto Rico, una de las agrupaciones más influyentes de la música latina. Su partida no solo marca el cierre de un capítulo fundamental en la historia de la salsa, sino también la despedida de un líder que transformó la identidad cultural puertorriqueña a través de disciplina, excelencia y un sonido inconfundible.
La noticia fue confirmada por la propia orquesta y por el abogado de la familia, Víctor Rivera. Aunque la causa de la muerte no ha sido detallada, el impacto de su legado ha generado una oleada inmediata de homenajes, tanto dentro de la isla como en la comunidad musical internacional.
Un legado que definió generaciones
Nacido en San Juan y criado en la comunidad de Río Piedras, Ithier abrazó la música desde niño. Aprendió guitarra a los 10 años, más tarde estudió tres cubano, contrabajo, y finalmente —por su cuenta— el piano y la lectura musical. Su formación, marcada por la resiliencia y el talento innato, lo acompañó durante toda su carrera.
Antes de fundar El Gran Combo, Ithier formó parte del histórico Cortijo y Su Combo, y años antes había servido en el Ejército de Estados Unidos, experiencia que moldeó la disciplina que posteriormente caracterizaría su dirección musical. De hecho, él mismo aseguró que la disciplina militar fue clave para sostener la excelencia y organización de la orquesta.
En 1962, junto a Martín Quiñones y Eddie Pérez, dio vida a la agrupación que se convertiría en “La Universidad de la Salsa”, un semillero de músicos y cantantes que luego serían leyendas del género. Bajo su batuta, El Gran Combo lanzó más de 40 álbumes, recorrió cinco continentes y generó éxitos inmortales como “Me Liberé”, “Brujería”, “Y No Hago Más Ná”, “Ojos Chinos” y “Un Verano en Nueva York” —tema que inspiró directamente a Bad Bunny para la canción “NUEVAYoL”—.
Una figura que marcó la identidad de un país
Su aporte musical trascendió la industria: fue un reflejo del espíritu puertorriqueño. Así lo expresó la alcaldesa de Ponce, Marlese Sifre, al señalar que Puerto Rico pierde “a un gigante cuya vida elevó nuestra identidad ante el mundo”. La gobernadora Jenniffer Colón anunció que se establecerá una fecha oficial de duelo en su honor.
Artistas como Gilberto Santa Rosa, Olga Tañón, Elvis Crespo y Willie Colón dedicaron palabras profundamente emotivas. Este último destacó que Ithier lo inspiró a ser innovador y comercialmente atractivo, mientras que Charlie Aponte lo recordó como un padre musical que transformó a sus músicos en mejores seres humanos.
La cuenta oficial de los Latin Grammy también lamentó su partida y resaltó que el maestro recibió dos premios junto a El Gran Combo, además del Premio a la Excelencia Musical.
El adiós a un maestro irrepetible
La muerte de Rafael Ithier deja un vacío gigantesco en la salsa, pero también un legado eterno. Su disciplina, su visión, su energía y su compromiso con Puerto Rico hicieron de su trayectoria una pieza clave del ADN cultural de la isla.
Ithier no solo dirigió una orquesta. Construyó una escuela, un puente entre generaciones y un sonido que continúa inspirando tanto a leyendas como a estrellas contemporáneas.
Puerto Rico pierde a un líder; la música latina pierde a un pilar.
Pero el mundo conserva la obra de un maestro que, sin proponérselo, creó uno de los capítulos más luminosos de la historia musical del Caribe.
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