La industria de la música vuelve a encontrar dos nichos diferentes

Recientemente se dio a conocer un reporte de MiDiA Research (empresa dedicada a analizar data y predecir tendencias para la industria del entretenimiento) titulado:  “Bifurcation theory | How today’s music business will become two”. En él desarrollan la teoría de que la industria de la música está partiéndose en dos.

Hace años, el mercado ya estaba dividido en dos segmentos: los fans y los consumidores. Los primeros comparaban música en formato físico y los segundos escuchaban la radio. Eso se acabó con el streaming, que comenzó como una alternativa y de ahí pasó a convertirse en el mainstream, en la forma de consumo de música más utilizada del mercado.

Actualmente, los artistas se están dando cuenta de que con el streaming nunca van a lograr monetizar de tal manera que puedan vivir de la música. Pero están encontrando en las redes sociales la manera de crear superfans. Al crear una comunidad muy fiel de seguidores, pueden generar ingresos vía merchandising o patrocinios. Y algo más: recordemos que ahora los fans también utilizan música de sus artistas favoritos para crear contenido propio e incluso ya juegan a modificarla.

Esto es un parteaguas con respecto a la creencia actual de que las redes sociales son apenas un instrumento para promover el streaming. 

El streaming, sostiene este estudio, continuará, convirtiéndose en la radio que usan los consumidores de música. Las redes sociales se convertirán en el sustituto del Lp o el CD, es decir, en una importante fuente de ingresos para el artista. Al mismo tiempo, la relación músico-fan se irá estrechando, porque ya no requieren de un intermediario, como podría ser la compañía disquera.

¿Qué significa esto? Si eres un artista consagrado, que recibe buenas regalías por el uso y el consumo de tu música y vive también de las presentaciones en vivo, puedes seguir como hasta ahora. Pero si no es tu caso, dependerás cada vez más de las redes sociales, ya no como un medio de difusión, sino como el vehículo para monetizar.

Claro que para que eso suceda hace falta todavía mucho trabajo en materia legislativa, pero ese parece ser el camino que la música está tomando.