La industria musical, y especialmente las plataformas de streaming, enfrentan un desafío cada vez más preocupante: el fraude a gran escala mediante el uso de cuentas falsas y bots. Estos programas automatizados, diseñados para simular la actividad de usuarios reales, permiten a criminales manipular las métricas de las plataformas de streaming. Así logran generar reproducciones artificiales y distorsionar las listas de popularidad.
Un Caso Revelador: Michael Smith
Un caso reciente que ilustra la magnitud de este problema es el de Michael Smith. La revista Variety informó recientemente sobre un productor musical detenido y acusado de varios delitos por supuestamente defraudar más de $10 millones en regalías utilizando cientos de miles de canciones generadas por inteligencia artificial en plataformas como Spotify, Amazon Music y Apple Music.
Smith creó un elaborado esquema de defraudación. Primero estableció miles de cuentas falsas con su música, y posteriormente generada por inteligencia artificial, y luego utilizó bots para reproducirlas automáticamente y así generar ingresos.
Las plataformas pueden detectar fácilmente el fraude si una sola canción de un artista desconocido acumula un gran número de reproducciones. Por lo tanto, Smith subió miles de canciones a las plataformas para recibir regalías de forma discreta.
Los fiscales lo acusan de lavado de dinero, fraude electrónico y conspiración para cometer fraude electrónico en el Distrito Sur de Nueva York.
El caso de Dinamarca
Este no es un caso aislado. En un incidente previo, un hombre en Dinamarca fue condenado a 18 meses de prisión por utilizar cuentas falsas para defraudar a servicios de streaming de música por regalías. Utilizando bots, aumentó la reproducción de su música en Spotify y Apple Music durante varios años (de 2013 a 2019) antes de ser descubierto.
Funcionamiento de las Cuentas Falsas y los Bots
La creación de cuentas falsas se realiza a gran escala mediante software automatizado que registra miles de cuentas en cuestión de horas. Estas cuentas se configuran con nombres de usuario y contraseñas aleatorias, y se utilizan para seguir a artistas, dar «me gusta» a canciones y generar streams de forma continua.
Por otro lado, los bots son programas informáticos diseñados para realizar tareas repetitivas automáticamente. En el fraude musical, se emplean para controlar cuentas falsas, reproducir canciones automáticamente y simular una actividad humana auténtica.
Soluciones y Desafíos
Ante esta problemática, la industria musical y las plataformas de streaming deben implementar medidas para combatir el fraude, como:
- Verificación de cuentas de forma más rigurosa.
- Detección de patrones sospechosos mediante algoritmos de inteligencia artificial.
- Colaboración con autoridades para perseguir a los responsables.
- Transparencia en las métricas para detectar anomalías fácilmente.
- Educación sobre los riesgos del fraude.
- Acelerar la legislación referente a las plataformas de streaming.
El fraude en la industria musical representa una amenaza significativa para la integridad del mercado y la supervivencia de los artistas. Es fundamental un esfuerzo conjunto de toda la industria para garantizar un entorno justo y equitativo para todos los músicos.
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