Desde el declive del CD, los cambios en el negocio de la música se suceden de forma vertiginosa, cambiando el panorama constantemente y obligando a todos sus actores a mantenerse al tanto de cada movimiento a fin de continuar siendo relevantes.
En términos generales podemos considerar que son buenos tiempos para la industria, si bien hay algunos focos rojos que debemos considerar. Veamos algunas tendencias importantes.
- El mercado mundial sigue creciendo. La música latina, el afrobeat y la música de la India están experimentando un crecimiento sin precedentes. Cada vez se consume más música en esas regiones, pero no solo ahí, sino que se han convertido en fenómenos globales.
- El elefante en el cuarto: TikTok. En estos días tanto el gobierno estadounidense como Universal Music están peleando contra el gigante chino. Sin embargo, es factible que a la larga estos problemas se arreglen, tal como sucedió cuando surgieron las plataformas de streaming. No obstante, como siempre, las grandes corporaciones y las grandes estrellas saldrán favorecidas, no así los artistas más pequeños, que hoy siguen sin la posibilidad de ganar un porcentaje razonable por sus obras.
- Las suscripciones pagadas a servicios de streaming. Actualmente existe mayor conciencia de que la música tiene un valor comercial, y los servicios de streaming siguen creciendo. Sin embargo, hay quienes aseguran que están alcanzando a todo el público que está dispuesto a pagar por una suscripción. Esto no es seguro –y esperemos que no lo sea–, pero habrá que trabajar en seguir creando consciencia de que la música cuesta.
- El video sigue como favorito, pero con menor duración. Conforme la capacidad de atención va disminuyendo, los videos se van acortando. Ahora existe un formato que simula el formato de trailer de películas y que funciona muy bien para redes sociales. Si se logra atrapar la atención del espectador, es más probable que vaya a escuchar la canción completa.
- Los superfans. Esta categoría ha ido creciendo con el tiempo, con muy buenos resultados para los artistas. De acuerdo con la revista Fast Company, los superfans consumen 126% más mercancía de su ídolo que el escucha normal y gastan 76% más en música en formato físico. Si se encuentra la manera de mantenerlos entusiasmados con objetos únicos, se tiene otra forma de generar ganancias.
- Las biopics y los documentales. Cada vez más artistas clásicos son revisitados en películas biográficas y cada vez más artistas de hoy deciden filmar un documental que da una visión general de sus carreras.
- Se acabó el auge de los conciertos. Luego de la pandemia, la música en vivo experimentó un auge tremendo. Todo el mundo quería salir y divertirse, viendo a sus grupos y cantantes favoritos. Pero este año se están cancelando varios festivales y las ventas de las giras individuales han disminuido. La gente se está volviendo más cautelosa a la hora de gastar dinero, y al mismo tiempo los costos de producción se han elevado, repercutiendo en el costo de los boletos.
- La irrupción de la inteligencia artificial. ¿Es buena o es mala? Eso ya no tiene sentido discutirlo, está aquí para siempre. Sí, hay que ajustar las legislaciones y utilizarla con ética, pero hay que aprender no solo a convivir con ella, sino a aprovecharla. Como mencionamos al inicio, la idea es mantenernos vigentes.
- El boom de la música mexicana. No olvidemos que estamos viviendo una explosión de la música regional mexicana, la cual ha tenido un crecimiento superior al 24% tan solo en Estados Unidos el año pasado. Es tiempo de aprovechar la tendencia y fortalecer nuestra música y solidificar su peso en el mundo. El momento es ahora.
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