Nando Agüeros: Amor por los ritmos latinos

A pesar de sus raíces ibéricas, siente una gran afinidad por México y la cultura latina en general. Géneros como salsa, bachata, cumbia y, en especial la ranchera –que ha escuchado desde la infancia– han hecho mella en su vocación y producción. Después de una larga ausencia de cuatro años, en este otoño de 2022 regresa a través de su disco Somos Tierra con canciones como“Bendito canalla” –dedicada a Joaquín Sabina–,“Vino amargo” o “Vengo a agradecerte tantas cosas”.

¿Por qué la precisamente la tierra? ¿Qué es lo que te remite a este elemento?

Yo vengo de Cantabria, cerca de los picos de Europa, una zona montañosa que está situada en tres regiones: Cantabria, Asturias y Castilla de León. Pasé parte de mi infancia cerca de los picos de Europa, rodeado de naturaleza, estuve muy en contacto con ella y eso fue creando un foso dentro de mí y el folclor de mi tierra. Todo eso hizo que empezara a escribir canciones de este lugar.

Siendo español, ¿por qué te atraen los ritmos latinos?

Porque he viajado por esos países y de todos los géneros el que más me gusta es la música ranchera, soy muy fan de José Alfredo Jiménez; sus canciones descarnadas, descorazonadas, son las que más me emocionan y desde pequeño he escuchado esa música. Aquí en España siempre ha habido mucho migrante y venían de vacaciones y volvían a sus hogares por los años cincuenta, sesenta y setenta y traían maletas con discos de Pedro Infante o Jorge Negrete. En el norte de España hay mucha afición a la canción ranchera, mucha se escuchaba allá. En todos mis discos hay una canción con tintes mexicanos o rancheros, desde Verde Marino de 2003. Siempre ha habido un toque mexicano, me encanta el país, sus paisajes, la gastronomía, cultura.

Entonces viene desde la infancia tu gusto por la ranchera.

Sí, porque mi padre ponía en el coche ponía rancheras. Un disco que fue muy famoso en su momento fue La Niña de la Mochila Azul de Pedrito Fernández, luego Rocío Durcal. Joaquín Sabina aportó bastante también; en sus discos siempre había una ranchera y miraba de reojo a México con “Y nos dieron las 10” o “Bulevar de los sueños rotos”.

¿Por qué crees que se deba seguir apostando al amor en la lírica musical?

Es el lenguaje universal, todo mundo lo entiende y ha gozado y sufrido por amor, y siempre funciona. Me gusta más el desamor, es más apasionante y tiene más recursos, es un poco cursi, pero cuando te dejan y estas jodido salen mejores canciones.

No han sido años fáciles. Cada artista con quien he hablado sobre la pandemia me cuenta algo diferente, unos se pusieron a trabajar más que otros, unos siguen más agüitados, pues es una etapa que ha repercutido en lo artístico y la escena musical se ha visto más retada.

Yo he estado dos años prácticamente sin trabajar. En el 2020-21 no tuve conciertos, pero di uno gratuito para mis vecinos desde el balcón de casa. Comencé en enero de 2022 una gira aquí en España, el País Vasco, pero ahora no sé qué sea peor, si el Covid o Vladimir Putin.