Guerrera de muchas batallas, una de los muchos artistas que invadieron a México y Latinoamérica durante los años ochenta, Luz Casal ha desarrollado una carrera sólida desde entonces, ganándose el respeto de la crítica y el público.
Incansable hacedora de música, llegará el próximo 22 de octubre a la Ciudad de México, específicamente al Pepsi Center, para reencontrarse con sus seguidores luego de una ausencia de seis años.
De esto hablamos con una mujer íntegra, entregada a la música como siempre.
Luz, musicalmente, eres una sobreviviente. Arribaste con la ola del rock español de los años 80, de la cual muchos se quedaron en el camino y tú has tenido una carrera ya muy larga.
La carrera larga supongo que es la consecuencia de tu entrega, de tu necesidad de crecer a través de la música. Yo empecé en la música muy pequeñita y he ido creciendo como persona, como mujer, a través de la música.
La música no es mi profesión, no es mi trabajo. Lo es, obviamente, pero reconozco que tengo la necesidad y por otro lado la suerte de poder comunicarme con los demás a través de ella. Entonces, cada cosa, digamos, interesante o cada cosa fuerte que ocurre en mi vida, sea lo que percibo del exterior o en mi propia existencia, se transforma en canciones propias e incluso ajenas. Yo cuando elijo una canción ajena es porque tiene algo que me toca, tiene algo que me puede hacer transformarme en ese ser, en esa mujer, en esa persona.
Digamos que no estás en la música por buscar la fama…
No, es por una necesidad vital. Entonces, cuando tienes eso, digamos que todos los vaivenes de modas, estilísticos, etcétera, te afectan porque eres parte de ese mundo, pero no en la esencia. O sea, yo no he cantado jamás en mi vida una canción que no haya querido, que no signifique algo.
Entonces, cuando tienes ese tipo de seguridad y de evidencia de por qué haces las cosas, pues sí, eres una sobreviviente.
Y bueno, la otra parte de esto es que a lo largo de los años sigues teniendo un público que te sigue.
Sí, sí, lo tengo. Por ejemplo, en España tengo gente que me sigue a todos los conciertos, y esto significa todos, o sea, piensa que el año pasado hicimos 55 y este año haremos casi los 100. Quiere decir que algunas personas gastan su dinero prácticamente en asistir a conciertos míos. Eso es tan gratificante y de tanta responsabilidad que te mantiene muy alerta, no puedes defraudar, no puedes cantar hoy peor que ayer, porque ellos estuvieron ayer, y van a estar pasado mañana. Entonces, bueno, tengo la fortuna de tener un grupo importante de personas en diferentes países que hacen que sea bien recibida cada vez que voy. Dentro del mundo francófono pues es verdad que he tenido bastante éxito, pero luego en países como Serbia, Albania, vas y dices, ¿por qué yo? ¿Qué es lo que les motiva para no sólo ir una vez sino regresar varias veces? Entonces, afortunadamente, tengo la suerte de tener un público fiel.
Y me imagino que en México es lo mismo, porque vienes al Pepsi Center.
Bueno, eso es el riesgo que corre la gente que ha decidido llevarme ahí, espero que no se arrepientan (risas). Cuando un promotor, o en este caso un grupo de personas, arriesgan su dinero y varias cosas más para apostar por un nombre determinado, como es el caso mío, pues es de agradecer. Y, como decía antes con respecto a los seguidores, te da una responsabilidad de que tienes que hacer un buen concierto, de que tenemos que estar todo el equipo a una para que no salga ni una sola persona del recinto pensando, “oh, debería de haber gastado este dinero en otra cosa”, ¿no? Para mí es muy importante el público, no solo por lo que significa que te apoyen, te aplaudan y tal, sino porque al público hay que respetarlo. Cuando decides que lo que haces musicalmente lo quieres compartir y te subes encima de un escenario, el público es sagrado. Entonces hay que hacerlo bien.
Me imagino que vienes a presentar tu disco más reciente, pero también éxitos de toda la vida.
Así es, será una mezcla. Cuando hicimos la primera parte de la gira en el año pasado, pues hacíamos mucho hincapié en enseñar las canciones nuevas. En este caso haré algunas para enseñarle al público mexicano, pero teniendo en cuenta qué canciones yo sé que la gente va a querer escuchar y también pues meter de repente canciones un poco que no son ni de este último álbum ni del primero, pero que encajan bien con el repertorio.
¿Con qué tipo de instrumentación vienes?
Pues con banda de rock: bajo, dos guitarras, teclados y batería.
¿Habrá algo de bolero o no?
Vamos a ver. Bueno, va a haber una canción imprescindible desde el año 91, no puedo dejar de hacerla en cualquier lugar del mundo. No sé si hace falta que diga cuál es.
No, no hace falta, todos la conocemos. ¿Algo que les quieras decir a tus fans mexicanos?
Que los he echado de menos. Sí, sí. Me ha parecido demasiada larga la espera ésta, por razones varias, entre ellas la del COVID, pero sí les he echado mucho de menos.
¿Hace cuántos años que no vienes?
Pues, casi seis. No sé exactamente, pero alrededor de los seis. Es muchísimo. Muchísimo. Dentro de la música popular es una barbaridad.
Estamos seguros que su público la acogerá con cariño, como siempre ha sido en este país.
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